No me gusta el frío, ni el invierno. Ni lo de "hoy no salgo que está lloviendo y me quedo en mi casa con una mantita en el sillón comiendo guarrerías y viendo la tele". (Rotundamente) Nooo!!! Me entra la "depre"
A mí me gusta salir y que el sol me "achicharre" por el camino. Tengo complejo de caracol!! Que le vamos hacer.
Por esto, he disfrutado como una loca haciendo este jabón: un jabón muy veraniego (como la foto) y conocido también como jabón de balneario o jabón de spa.
Sus propiedades son excelentes: sirve para limpiar, exfoliar y desintoxicar la piel. Contiene minerales como magnesio, zinc, calcio, potasio y yodo. Además, ayuda a reducir el estrés y mejora la circulación de la sangre.
La receta de este jabón no es mía. Normalmente suelo formular mis propias recetas de jabones, pero a veces también apunto las fórmulas que me gustan o me llaman la atención. Concretamente, de este jabón, tenía unas cuantas formulas escritas en una libreta desde hace muuuucho tiempo. Así que no sé realmente de quien es, ni de donde la he cogido. Si alguien la reconoce que se ponga en contacto conmigo, please.
Y ahora vamos con la formula:
- 128 gr. aceite de oliva
- 96 gr. aceite de coco
- 32 gr. aceite de almendras
- 96 gr.manteca de cerdo
- 175 gr. de sal marina (gorda)
- 125.1 agua destilada
- 48.6 sosa.
La opción vegana sería cambiar la manteca de cerdo por aceite de palma. Con esta opción, también cambiaría la cantidad de agua destilada y sosa cáustica. Para estos menesteres yo utilizo la calculadora de saponificación de Mendrulandia.
Con esto, y mi añoranza del verano, os dejo. Ya sabéis, si os ha gustado esta entrada, dejadme vuestros comentarios.
Besoooos.
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